Un equipo de científicos busca trazar la génesis y la evolución de los cuentos populares para aportar una nueva luz a los movimientos de población humana
Principio del cuento de Pulgarcito donde se muestra lo pequeño que era cuando nació. CORDON PRESS.
“No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores heredarán el reino de Dios”, advierte San Pablo en una de las traducciones de la Biblia más empleadas por los cristianos hablantes del español, la Reina-Valera, con una primera revisión en 1602. En otras versiones, el “no erréis” se convierte en “no os engañéis”. O “los que se echan con varones” se transforma en “los homosexuales”.
Ilustración de Leonard Leslie Brooke (1862 – 1940) para una edición de la…
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