Recientes investigaciones han encontrado que las aulas del jardín de infancia se ven cada vez más académicas, sin tiempo libre para jugar. Se espera que los niños de hoy en día puedan hacer cosas para cuando salgan de la guardería y algunos, quizás incluso muchos, no estén preparados para el desarrollo. Eso ha preocupado a muchos padres y defensores de los niños.
Pero un nuevo estudio sugiere que las preocupaciones sobre el rigor académico en los primeros grados pueden ser exageradas. Encuentra que los estudiantes en las clases de jardín de infantes con más contenido académico no solo muestran una mayor capacidad matemática y de lectura, sino que también lo hacen mejor en métricas socioemocionales como el autocontrol, el enfoque y el comportamiento.