Lamentablemente, muchos maestros han sufrido de bullying o acoso escolar en algún punto de sus carreras. El tipo más común de bullying es el tipo “Top-down” es decir, aquél que se ejerce desde las personas con mejor posición, desde los altos cargos administrativos, hacia los de más baja posición.
La cultura del chisme, la formación de grupos y camarillas es algo que habitualmente se ve en las salas de profesores de las escuelas. Este tipo de actitudes resultan perjudicando a los maestros, incluso llegando a causar el despido o la renuncia debido a los chismes y otras formas de intimidación.
Para entender a profundidad el problema, es necesario comprender que es el bullying. El bullying, acoso escolar o mobbing, como también se le conoce, es un patrón de abuso que se da durante un periodo de tiempo y se caracteriza por el deseo de lastimar, degradar, humillar o aislar a otra persona. Para intimidar, el acosador puede usar varias técnicas como la exclusión, insultos, agresión física, abuso verbal, humillación o destrucción de reputación, todo esto con el fin de causar daño psicológico o físico al objetivo del bullying.
Ante tal situación, es importante no aislarse, por lo que se recomienda hablar con alguien sobre esta situación, ya sea con un amigo cercano, con la pareja o familia. Así como buscar un terapeuta y enfocarse en mantener una salud mental saludable.
También existen innumerables blogs y sitios web dedicados a los problemas de acoso en el trabajo. Este tipo de recursos pueden ayudar a aceptar la situación y no sentirse aislado.
La intimidación y el acoso pueden resultar en un bajo desempeño laboral e insatisfacción, así como problemas más graves como la ansiedad, depresión, tensión y dolor de cabeza, pensamientos suicidas, entre otros.